El
proceso de aprendizaje no es igual para todas las personas. Cambia el ritmo en el
que aprendemos, y aun en cada persona cambia el ritmo según la materia de que
se trate. Algunos son rápidos aprendiendo habilidades manuales. Otros con
razonamientos matemáticos…
Antes
de aprender una nueva habilidad hace falta darse cuenta de que no se sabe, de
que no se conoce algo. Por ejemplo un niño no es consciente de lo que no sabe
en matemáticas. Parece que los adultos somos conscientes de aquello que no
sabemos, por ejemplo si sabemos o no conducir, o hacer integrales, o hablar en
inglés.
Esta
etapa se llama incompetencia inconsciente, y es exactamente eso, el nivel en el
que ni siquiera sabemos que no sabemos.
Cuando
somos conscientes de nuestra carencias entramos en el nivel de incompetencia
consciente, por ejemplo el caso de las personas que no saben conducir, que no
saben manejar u coche, o que no saben nadar, y quieren aprender.
Este
es el momento en el que se comienza a aprender, el momento en el que la persona
se da cuenta de sus carencias y necesidades, y comienza a buscar la manera de solucionarlas.
El momento en el que nos apuntamos a la autoescuela, a cursos para aprender a
nadar…
Hay
un momento en el que somos capaces de hacer esas tareas, somos capaces de
conducir, de nadar, pero necesitamos prestar toda la atención a la tarea, como
el niño que aprende las tablas de multiplicar y necesita y necesita
concentrarse para recordar la operación. Es la etapa de competencia consciente.
Por
último llega el momento en el que somos capaces de montar en bicicleta sin
tener que pensar en mantener el equilibrio. Es la etapa de competencia
inconsciente. El momento en el que hacemos las tareas casi sin pensar. Cuando
una persona alcanza ese nivel parece que no le cuesta esfuerzo, son los
esquiadores que dominan su deporte, o las gimnastas que no dejan de sonreír
mientras hacen sus ejercicios.
Parece
que el paso entre etapas es lineal, de una a otra y siempre por el mismo camino. Pero no es así. En primer lugar a veces se
vuelve atrás, desde la competencia inconsciente hacia la incompetencia
inconsciente. ¿Cómo? Sucede cuando alguien adquiere una habilidad pero la
técnica cambia, o la habilidad que ha adquirido no es completa, o se ha hecho
del modo equivocado.
Otras
veces esa persona se da cuenta de sus carencias, y entonces pasa a la etapa de
incompetencia consciente.
Se
llama desaprender, y ciertamente es el momento más complicado del proceso de
aprendizaje, porque exige cierta dosis de humildad, y mucho sentido común.
Exige que la persona que se creía experta se dé cuenta de las novedades, de los
cambios o, simplemente de que hay formas mejores de hacer lo que creía saber
hacer perfectamente.
Sin
embargo también es el momento en el que la persona se abre un nuevo mundo de
posibilidades. Si busca alguien que le enseñe tendrá además un guía en su
camino.
Porque
parece que este asunto del aprendizaje se reduce a habilidades físicas, o a
conocimientos objetivos sobre el mundo que nos rodea. Sin embargo el proceso de
aprendizaje también se refiere a los procesos internos, a los que nos permiten
relacionarnos con los demás y con el mundo.
Aprender
a rechazar chantaje emocional, aprender a aprender, aprender a relajarse, aprender a escuchar, aprender a
decir no, y cuando decir sí. Aprender a desconectar del mundo. Aprender a
quererse. Aprender a perseguir los sueños, y a soñar.
Muchas
de estas habilidades ni siquiera sabemos que nos faltan.
Por
eso permitimos que a veces nos sobrepasen los acontecimientos, y que problemas
que no son graves nos parezcan gigantescos.
Permitimos
que otras personas guíen nuestro destino sin tener derecho a ello. Permitimos
que sus problemas, los que ellos deberían resolver, se conviertan en nuestros.
Por
eso no sabemos perseguir aquello que deseamos, y preferimos quedarnos en la
zona de confort.
El
proceso de aprendizaje es parte del crecimiento personal, crecimiento que no
acaba en la etapa adulta, sino que continúa toda la vida. Siempre hay algo que
deseamos, un estado deseado al que nos gustaría llegar.
Por
ejemplo supongamos que queremos aprender a pintar y arreglar muebles. Pero nos
da miedo estropearlos. La mayor parte de las personas pensará
“haré un curso”. ¿Lógico verdad?
Entonces,
si quieres mejorar tu relación contigo mismo, si quieres conocer cómo mejorar
tu autoestima, cómo ampliar tus horizontes, cómo vencer tus miedos, cómo
planificar tu futuro, cómo deshacerte de las personas tóxicas que absorben tu
fuerza… ¿Por qué no buscas un curso? ¿Por qué no acudes a un profesional que te
enseñe? ¿Por qué no compras libros o acudes a Internet?
me encantaria como saber mejorar la relacion conmigo misma, Vencer miedos, ampliar horizontes y planificar mi futuro. Leer leo mucho, pero ponerme en accion no se.
ResponderEliminarun saludo cordial
Hola Ángeles, La relación con uno mismo es la más importante de todas las que desarrollamos en la vida, porque eres la persona que va a estar contigo siempre.
EliminarComenzar a actuar exige detenerse un instante para pensar cual es nuestro camino. Y una vez tomada la decisión, entonces hay que comenzar y mantenerse en el camino siempre ahora.