Ahora
que se aproximan los exámenes, es un buen momento para volver al principio de
este blog, cuando comencé a hablar de técnicas de estudio.
Podéis
mirar las entradas del año pasado, o bien seguir un sencillo curso de
Aprendizaje que encontraréis en SlideShare.
Con
todo, tanto o más importante que disponer de un conjunto de técnicas de
estudio, es encontrar la motivación suficiente para mantenerse en el estudio.
Mantenerse dentro de cada sesión, y dentro de un plan de estudio para aprobar
las asignaturas en los finales, para recuperarlas o para preparar la
selectividad. Podría incluir también las oposiciones, pero no son muy comunes
por ahora, y conllevan una planificación de más recorrido.
Mantener la concentración es olvidar lo que hay alrededor y centrarse solamente en la meta elegida |
Mantener
la concentración en el estudio implica controlar el impulso de dejar de
estudiar porque la materia nos aburre y dirigir la mente a cosas más
divertidas, como programas de televisión, videojuegos...
Un
medio para encontrar la motivación suficiente frente a esos distractores, es
buscar dentro de nosotros los motivos por los que estudiamos. Y digo bien,
dentro de nosotros.
En
muchas ocasiones los estudiantes lo son, aparentemente, porque sus padres les
exigen aprobar. Esta es una motivación exterior: aprobar o castigo.
Tenemos
que buscar primero intereses propios: aprender nuevas materias, relacionar
conocimientos de las distintas asignaturas, tomas las asignaturas como un
obstáculo que debemos superar para obtener algo (estudiar una carrera, tener
vacaciones…) y siempre convertir esa motivación exterior en propia: “Quiero
estudiar para pasar de curso” “Quiero estudiar para tener la base de
conocimientos suficientes para hacer la carrera que me gusta” Siempre es algo
que yo quiero, una meta que yo me he propuesto, no algo que otro me
impone.
Los
objetivos, las metas, los intereses sobre los que basemos el estudio tienen que
ser conscientes, así que es mejor que estén escritos: conseguir notas para la
carrera que quiero hacer, conseguir conocimientos…
Una
vez escritos los objetivos, es el momento de hacerle saber a nuestro
subconsciente que ya estamos en el camino, así que podemos escribir:
“Yo ……. Estoy estudiando diariamente
porque es el camino hacia mi objetivo:…..”
Personalizar en uno mismo
la acción de estudiar mediante la repetición escrita del nombre es un refuerzo
dirigido al subconsciente. Se trata de repetirse una y otra vez cuál es el
objetivo, la meta, de repetirse que el estudio es el camino y que ya estoy en el
camino, que es un hecho el esfuerzo que estoy realizando, y que ya he superado
la etapa de “me gustaría”…”Querría….”
Ahora
es “quiero…”… “voy a conseguir…” “estoy haciendo…” “estoy consiguiendo…”
Por
ejemplo, podría escribir:
“Yo
__________________ estoy estudiando la asignatura de Matemáticas de
bachillerato porque es el camino hacia la carrera de ingeniería que voy a
hacer. Estoy aprendiendo los conocimientos necesarios y estoy consiguiendo
obtener la nota más alta para entrar en la carrera y para comprender las
asignaturas de esa carrera.”
Yo,
estoy, es presente, es ahora. Ya lo he planificado antes, ya tengo mis metas.
Ahora yo estoy consiguiendo lo que quiero, no es un esfuerzo, es parte
del camino hacia mi meta.
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