Envidia
de la física.
Cuando
dos cuerpos están cercanos, el de menor masa es atraído por el más grande
(hablo de física). Cómo la Tierra es mucho más grande nuestros cuerpos siempre
se dirigen a la tierra. A eso lo llamamos caer (sido hablando de física).
Es una de las leyes inexorables de la física. Siempre se cumple.
La
psicología y otras ciencias relacionadas con el ser humano tienen envidia de la
física, y siguen queriendo hacer leyes inexorables o al menos que se cumplan en
el mayor número de casos posibles, para acercarse a la física (ahora hablo de
ciencias).
Es
necesario para que podamos hablar de una ciencia. Por eso se hacen
experimentos, buscando demostrar hipótesis cuyo cumplimiento determine la
aplicabilidad de la ley a la mayoría de los seres humanos.
Esto
es necesario porque de lo contrario no podríamos tratar a las personas, no
podríamos mejorar la vida de los demás.
En
el caso de la Medicina es también muy importante, porque de lo contrario no se
podrían tratar las enfermedades.
Una
cosa son, sin embargo las investigaciones, y otra muy distinta el trato con las
personas. En el caso de los psicólogos el trato con las personas, individuales
y diferentes, es fundamental, y es inconcebible la práctica de la Psicología
sin atender a lo que cada persona tiene de especial.
En
la Medicina la situación es distinta. Tratan con pacientes y en ocasiones solo
con enfermedades. Tal vez sea difícil plantearlo de otra manera, porque como he
dicho, la medicina no es una ciencia exacta, y a veces falla. Una implicación
excesiva de los médicos con sus pacientes podría perjudicar su propia salud
mental.
Pero
la palabra a destacar es "excesiva".
Los
pacientes son personas, y los médicos de familia lo saben bien. Ellos tratan
con el paciente que viene a verlos, y saben qué necesita cada uno.
Los
médicos de hospital no entran a valorar a las personas. Tienen en sus manos
enfermedades, y en ocasiones distinguen así a sus pacientes.
En
su libro “La Ciencia de la Salud”, el cardiólogo Valentín Fuster examinó el
aspecto humano del trato médico-paciente. Explicaba que las personas mejoran
mucho más rápidamente cuando su médico entra en la relación personal y apoya a
ese paciente como persona. El apoyo positivo es determinante en la mejoría de
las personas.
A
veces preguntar a los pacientes más allá de los síntomas tal vez hiciera ver
cosas diferentes. Algunos pacientes quieren mimos, otros quieren que se les
diga que van mejor, otros quieren salir del hospital cuanto antes, y
seguramente mejorarán más rápido en su casa.
Tal
vez no tengan mucho tiempo que dedicar a cada paciente, y tal vez lo que prime
ahora sean criterios económicos. Pero no podemos olvidar que cada persona es
distinta, se comporta de forma distinta, vive de forma distinta, enferma de
forma distinta y sana de forma distinta.
Hoy
la entrada es más corta, porque la escribo desde un hospital, como acompañante.
Seguro que el próximo día es más extensa. Seguro porque mi padre siempre se
recupera, primero mentalmente, y luego físicamente. Alguna vez extravía la
sonrisa, pero nunca la pierde.
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