martes, 27 de octubre de 2015

QUEJARSE DEL MUNDO O SUPERAR LAS DIFICULTADES

Ejemplos de superación, o por qué las quejas no sirven para nada.

Quejarse es, según el diccionario, expresar con voz el dolor o pena que se siente, manifestar el resentimiento que se tiene de otra persona o manifestar disconformidad con algo o alguien.

Quejarse, sirve para desahogarse, para expresar disconformidad, y poco más.

Si queremos que alguien cambie de actitud, podemos reclamar ese cambio, advirtiendo que no nos gusta, y que preferiríamos otra forma de actuar.

Desde el Coaching se hacemos una distinción entre queja y reclamación.

Nos quejamos cuando no conseguimos lo que queremos, expresamos frustración. Esa queja a veces se expresa en público, nos hacemos víctimas de la situación o de las acciones de los demás.

Otras veces queda en nivel íntimo, seguimos siendo víctimas y además no somos capaces de expresarlo.

Alguien que se queja de su situación sin cambiar nada de lo que hace, es alguien que está perdiendo tiempo y energía en esa queja. Si quieres que las cosas cambien, actúa, ya sea para cambiar gobiernos o para mantenerlos, para cambiar tu futuro y para mejorarlo.

Si vamos a quejarnos, ante los demás o ante nosotros mismos, primero tendremos que saber qué queremos de esa queja, “para qué” expresamos algo que nos disgusta. Si es solo para decirlo y ya está, poco conseguiremos. Si queremos cambiar la conducta, la actitud de otros, tendremos que decir qué queremos y qué estamos dispuestos a hacer para cambiar la situación.

Reclamar, de manera asertiva y no violenta, para expresar nuestras emociones, para defender nuestros derechos y para expresar qué vamos a hacer y qué estamos haciendo ya.

No vale decir “es que no sabes lo difícil que es” “es que no puedo” es que es imposible”…

De Jennifer Pareja, jugadora de Waterlpolo internacional que ha sido nombrada mejor jugadora del mundo, dice su entrenador que basta con decirle que no puede hacer algo, para que se convierta en su prioridad. Es una actitud frente a las dificultades.

Otra sería darse por vencido sin presentar batalla.

Hace poco mi hijo vio en el colegio un  vídeo llamado “El circo de las mariposas”. Es un vídeo que le dejó impresionado, especialmente por la aparición de un personaje, Will, interpretado por Nick Vujicic.



Tanto el personaje como el actor nacieron sin brazos ni piernas. Te invito a que busques en Internet más charlas e información sobre de esta persona, merece la pena.

El mensaje es claro, si quieres puedes, pero has de hacer algo más que quedarte en el sueño de lo que te gustaría. Para conseguir las cosas tienes que esforzarte, perseguirlas.

En el vídeo del que he hablado antes, dos personajes le dicen a Will:

“Eres el hombre maldito al que dios dio la espalda…”

Uno se lo dice de forma insultante, mientras lo presenta en un circo de “monstruos” (es decir, compuesto por personas que son distintos a la gran mayoría).

El segundo, se lo dice para que despierte, para después explicarle, con una frase, por qué es una persona hundida, por qué no ve futuro:

PORQUE SE LO HA CREÍDO.

Si crees que tus circunstancias son peores que las del personaje, y que las del actor que lo encarna, que es una persona real, puedes hacer dos cosas.

Una, darte por vencido y asumir que eres lo que crees, una persona derrotada y sin más futuro que esperar que los días pasen.

Otra, luchar por conseguir tus metas, sean cuales sean. Recuerda que cuanto más difícil sea la meta, mayor es la gloria para quien la alcanza.

Todo depende de qué decidas creer, si creerás lo que otros han dicho de ti, o lo que tu mismo te dices que puedes llegar a ser si te atreves.

Ahora decide si quieres  seguir quejándote o hacer algo.

Como siempre, estoy a tu disposición en www.gabinetesumar.com

martes, 13 de octubre de 2015

Qué esperar del Coaching con Adolescentes

En una entrada anterior ya traté este tema, pero, como en todos los inicios de curso, creo que es un buen momento para retomar algunas ideas.

En la entrevista inicial con los padres de adolescentes con los que voy a iniciar un proceso de Coaching, se repiten a veces declaraciones como las siguiente:

- Padres: “Cuando le pregunto por los estudios siempre me dice que todo va bien, que los exámenes le han salido bien, que lleva todo hecho, que quiere seguir estudiando… pero al llegar las notas resulta que ha suspendido…

En la sesión inicial con el adolescente, a veces se repiten conversaciones como la siguiente:

Adolescente: “Sí que quiero estudiar.”

Coach: “”¿Qué te falta entonces?”

A: “Estudiar más”

C: “Y, ¿Qué necesitas para estudiar más?”

A: “No sé.”

C: “Entonces… ¿Qué te impide estudiar?”

A: “No sé, me despisto, me duermo, pienso en otras cosas…”

La zona de confort de los adolescentes, es muy grande, por lo que salir de un espacio mental tan cómodo y tan amplio se hace complicado.

Son niños felices, felicísimos, que en realidad no quieren salir de su zona de confort, porque no lo necesitan. Además no ven en el futuro un foco de calor y seguridad, sino un lugar frío e inseguro.

¿Cómo hacer?

Los adolescentes tienen mucho trabajo que hacer para salir de esa comodísima zona de confort.

La primera tarea del coach es exponer que el trabajo es del adolescente, porque es él (o ella) quien necesitar cambiar para poder enfrentarse por sí mismo a la vida, para poder alcanzar sus objetivos. Se trata de “empoderar”, palabra que significa “dar poder”, o más bien, “adquirir el poder y el control” sobre la vida propia.

También debe el adolescente responsabilizarse de sus resultados, y dejar de culpar a los demás (profesores, hermanos, padres , amigos, personajes de los videojuegos…) y al entorno.

Otro aspecto a trabajar con ellos es lograr que encuentren SU motivación, aquello que les hace sentir bien, en lo que querrían trabajar, esa actividad o pensamiento que les impulse a levantarse…

No es tal fácil. Muchos adultos no encuentran su motivación interna para salir de su zona de confort.

Necesitan descubrir sus puntos fuertes, y las zonas de mejora.

Necesitan aprender a tomar decisiones, y a mantenerlas.

Y luego tomar una decisión sobre cual es su próximo objetivo.

Esto lleva tiempo, y a veces el adolescente se enroca en una posición en la que no quiere ver lo que le sucede, especialmente después de verbalizar una duda, un secreto oculto, una idea que se esconden a sí mismos.

El Coaching no es una varita mágica que vaya a sacar al adolescente de su zona de confort, que vaya a producir inmediatamente cambios evidentes. Es un proceso en el que cada adolescente encuentra en su interior la fuerza para salir a la vida y afrontar las decisiones que debe tomar, un proceso para comprender que puede llegar a ser aquello que quiera ser, que puede alcanzar sus metas, pero que para ello no solo basta quererlo desde la comodidad de los sueños.

Necesita quererlo desde su interior, para transformar ese sueño, en una visión, y ese deseo en un impulso para actuar.

Querer es poder, siempre que se actúe.

Si eres adolescente, o tienes hijos adolescentes, tienes más información en la página web www.gabinetesumar.com, y puedes contactar conmigo en alberto.sillero@gabinetesumar.com


Si perteneces a una Asociación de Padres y Madres (APA -AMPA) de un colegio, y quieres que dé una conferencia gratuita en el colegio de tus hijos sobre este tema o sobre violencia de género en adolescentes, puedes también ponerte en contacto conmigo en el correo de arriba, para concretar fechas.