Llegan las notas
La Semana Santa marca el final
de la segunda evaluación académica.
Los alumnos de últimos cursos
de primaria y los de secundaria
comienzan a ponerse nerviosos (algunos), ante la posibilidad de
suspender el curso. Los padres comienzan a contratar profesores particulares si
no lo han hecho antes.
Para los alumnos de
bachillerato la situación puede ser más complicada. Porque suspender no sólo es
negativo para sus intereses inmediatos. Una nota baja les puede apartar de la
carrera que pretendan hacer en el futuro.
Actualmente (estamos en marzo
de 2015) al acabar los dos cursos de bachillerato los jóvenes necesitan superar
el examen de selectividad para entrar en
una carrera universitaria,y la nota de bachillerato cuenta en selectividad.
Es ahora cuando necesitan
mejorar su rendimiento, más allá de aprobar.
Necesitan aprender conceptos para obtener calificaciones, comprenderlos para que les sirvan en su futuro académico; pero también necesitan aprender a aprender.
A veces también necesitan
aprender sobre sí mismos, reconocer sus puntos fuertes y aquella zonas de su
persona que puedan mejorar (podríamos llamarlas debilidades).
El Coaching con adolescentes
es un método relativamente rápido de alcanzar objetivos. No suele ser
inmediato.
Permite que el adolescente se
dé cuenta de lo que necesita. De lo que es capaz de hacer. De lo que no está
haciendo para alcanzar sus metas. De cuáles son esas metas y de si son suyas o
de sus padres, estableciendo entonces las suyas propias.
En el proceso se busca para
qué hace o no hace. Es decir, qué quiere conseguir con su actitud.
Buscamos que la motivación
para estudiar sea interior y no exterior.
En los procesos de Coaching con adolescentes, suelen pedirse, por los padres y por los propios adolescentes también, técnicas de estudio y de
mejora del rendimiento (sobre estos temas traté en los primeros posts de este
blog, puedes verlos a la derecha, desde septiembre de 2012, te invito a navegar
por el Archivo del Blog)
Vale, hasta aquí lo fácil.
Ahora, ¿cuántos y cuántas adolescentes suspenden porque en el examen se
quedan en blanco?
La ansiedad ante los exámenes
produce esos efectos. El adolescente no obtiene el resultado que le
correspondería por el esfuerzo realizado simplemente porque está demasiado
nervioso. La clave está en la palabra demasiado.
Se puede entrenar para calmar
esa ansiedad de forma que los conocimientos fluyan mejor.
Por ejemplo mediante
repeticiones imaginadas de los exámenes, mediante anclajes positivos, mediante
técnicas de relajación o con una versión rápida de “toma de tierra” o mediante autoinstrucciones.
Podéis emplear la información
incluida en este blog, o en cualquier otro lugar de Internet (eso sí, recordad
ser críticos siempre con la información de Internet).
También podéis apoyar a
vuestros adolescentes con un profesional especializado. Estamos para eso.
Más información, como siempre,
en www.gabinetesumar.com
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