viernes, 24 de junio de 2016

Coaching para adolescentes, otra vez.

Repito el contenido de una entrada de octubre de 2015, pero que ahora, acabado ya el curso y con algunas y algunos adolescentes estudiando en verano para aprobar la selectividad, creo que es importante:


En la entrevista inicial con los padres de adolescentes con los que voy a iniciar un proceso de Coaching, se repiten a veces declaraciones como las siguiente:

- Padres: “Cuando le pregunto por los estudios siempre me dice que todo va bien, que los exámenes le han salido bien, que lleva todo hecho, que quiere seguir estudiando… pero al llegar las notas resulta que ha suspendido…

En la sesión inicial con el adolescente, a veces se repiten conversaciones como la siguiente:

Adolescente: “Sí que quiero estudiar.”

Coach: “”¿Qué te falta entonces?”

A: “Estudiar más”

C: “Y, ¿Qué necesitas para estudiar más?”

A: “No sé.”

C: “Entonces… ¿Qué te impide estudiar?”

A: “No sé, me despisto, me duermo, pienso en otras cosas…”

La zona de confort de los adolescentes, es muy grande, por lo que salir de un espacio mental tan cómodo y tan amplio se hace complicado.

Son niños felices, felicísimos, que en realidad no quieren salir de su zona de confort, porque no lo necesitan. Además no ven en el futuro un foco de calor y seguridad, sino un lugar frío e inseguro.

¿Cómo hacer?

Los adolescentes tienen mucho trabajo que hacer para salir de esa comodísima zona de confort.

La primera tarea del coach es exponer que el trabajo es del adolescente, porque es él (o ella) quien necesitar cambiar para poder enfrentarse por sí mismo a la vida, para poder alcanzar sus objetivos. Se trata de “empoderar”, palabra que significa “dar poder”, o más bien, “adquirir el poder y el control” sobre la vida propia.

También debe el adolescente responsabilizarse de sus resultados, y dejar de culpar a los demás (profesores, hermanos, padres , amigos, personajes de los videojuegos…) y al entorno.

Otro aspecto a trabajar con ellos es lograr que encuentren SU motivación, aquello que les hace sentir bien, en lo que querrían trabajar, esa actividad o pensamiento que les impulse a levantarse…

No es tal fácil. Muchos adultos no encuentran su motivación interna para salir de su zona de confort.

Necesitan descubrir sus puntos fuertes, y las zonas de mejora.

Necesitan aprender a tomar decisiones, y a mantenerlas.

Y luego tomar una decisión sobre cual es su próximo objetivo.

Esto lleva tiempo, y a veces el adolescente se enroca en una posición en la que no quiere ver lo que le sucede, especialmente después de verbalizar una duda, un secreto oculto, una idea que se esconden a sí mismos.

El Coaching no es una varita mágica que vaya a sacar al adolescente de su zona de confort, que vaya a producir inmediatamente cambios evidentes. Es un proceso en el que cada adolescente encuentra en su interior la fuerza para salir a la vida y afrontar las decisiones que debe tomar, un proceso para comprender que puede llegar a ser aquello que quiera ser, que puede alcanzar sus metas, pero que para ello no solo basta quererlo desde la comodidad de los sueños.

Necesita quererlo desde su interior, para transformar ese sueño, en una visión, y ese deseo en un impulso para actuar.

Querer es poder, siempre que se actúe.

Si eres adolescente, o tienes hijos adolescentes puedes contactar conmigo en alberto.sillero@gabinetesumar.com


Si perteneces a una Asociación de Padres y Madres (APA -AMPA) de un colegio, y quieres que dé una conferencia gratuita en el colegio de tus hijos sobre este tema o sobre violencia de género en adolescentes, puedes también ponerte en contacto conmigo en el correo de arriba, para concretar fechas, incluso para el próximo curso.

miércoles, 6 de abril de 2016

RED DE SEGURIDAD

El 4 de abril di en el Colegio Corazón de María de Madrid una conferencia sobre violencia de género a adolescentes de varios cursos.

Como en cada ocasión en que he dado charlas adolescentes,  nunca dejan de sorprenderme con sus preguntas e interpretaciones. Ven y entienden mucho más de lo que podríamos creer por su condición de “jóvenes inexpertos”.

Los adolescentes son personas en crecimiento, física y mentalmente.

Creo que es importante informarles de los peligros que los adultos sí creemos ver, especialmente en este tipo de comportamientos.

Los datos no son alentadores, cuando según publicó El País el 27 de enero de 2015:

      “El 33% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años, es decir, uno de cada tres, considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o amistades, no permitirles que trabajen o estudien o decirles lo que pueden o no pueden hacer.

NO, el control no es una forma de amor, ni una expresión de cariño en la pareja. El control significa inseguridad y falta de confianza.

Por eso en las conferencias  dirigidas a adolescentes hago énfasis en varios puntos que considero importantes.

Primero en las señales de detección, que ayuden a cualquier persona, pero especialmente a las chicas, a desconfiar de aquellas relaciones que se van volviendo cada vez más desiguales, con ellas en situación de inferioridad.

Segundo en la necesidad de respeto hacia sí mismas, y de respeto hacia los demás. Una persona que no se respeta a sí misma es una persona en peligro, pues se puede minusvalorarse, y creer que los insultos, reproches y “castigos” de su pareja son merecidos.

El respeto y el amor hacia uno mismo son el suelo sobre el que podemos crecer.

También pongo el foco en la palabra confianza, que significa en el tema del que hablamos, esperanza firme en que la persona que es nuestra pareja quiere mantener la relación por amor, actuando como parte de la pareja aunque no esté presente la otra persona, pero también significa ser confiable, es decir, comportarse de esa forma determinada que hemos pactado implícita o explícitamente, o que es esperada por el otro.

Confiar significa dejar hacer a la otra parte, sabiendo cual es nuestra situación en la pareja. No importa si sale con amigas o amigos, si se va, o si llega tarde.

Confiar significa aceptar a la otra parte, sus diferencias, lo que no nos gusta, y no querer cambiarlo, porque la otra persona es como es, y no como queremos que sea.

Confiar significa ser capaz de hablar, de expresar sentimientos, de decir lo que nos gusta sin obligar a la otra parte a hacerlo, y de exponer lo que no nos gusta para que la otra parte lo sepa.


Confianza
 
Dentro de este concepto de confianza, extendida a las personas que nos rodean, ofrezco en las conferencias la idea de “Red de Seguridad”, que es la creación por cada adolescente de un grupo de personas en las que tenga confianza completa, y con las que, preferiblemente, comparte valores.

Forman parte de esta red normalmente los padres, porque suelen ser personas que están dispuestas a ayudarnos por encima de todo y de todos. Fomentar la confianza con los hijos es, a su vez, tarea de cada uno de nosotros como padres (o madres, por supuesto).

También forman parte de la red los amigos y amigas en las que se es capaz de confiar, aquellos y aquellas a los que contamos secretos, confiando en que no van a extenderlo. Escribo aquí los dos géneros, porque la red de seguridad es un grupo que los incluye, incluye a amigos y a amigas, y en su caso a las parejas.

Creo que es importante que estas redes se “tejan” en los momentos de seguridad, cuando no hay problemas, para que en caso de necesitarlas ya estén creadas. Formar parte de una red de seguridad significa obtener ayuda si se necesita, pero también ofrecerla cuando se crea necesaria.

Y digo ofrecerla, porque muchas veces adolescentes y adultos no la aceptan ni la piden fácilmente; por miedo, por orgullo, o simplemente porque no son capaces de ver la situación real en la que se encuentran.

Esta es muchas veces la situación en la que se encuentran las mujeres víctimas de violencia de género. Dentro de una relación malsana, pero que aceptan porque llegan a creer que merecen ese castigo o ese trato degradante.

La red de seguridad puede ofrecer la ayuda, y esperar a que “caiga la venda” de los ojos de la víctima, y entonces apoyarla, ayudarla, recogerla y llorar con ella si hace falta.

No será ese desde luego el momento de reproches o de “te lo dije”, que son aquí más que nunca, absolutamente innecesarios.

Os animo a ayudar a vuestros hijos a crear esas redes, a confiar en vosotros para que sepan que estaréis ahí cuando lo precisen, aunque no necesitan contaros todas sus intimidades (ninguno lo hicimos).

Nuestras conferencias sobre violencia de género en adolescentes y de coaching para adolescentes son gratuitas, tanto en la versión “para padres” como en la dirigida a adolescentes.


Más información escribiendo en este Blog, o de forma privada en alberto.sillero@gabinetesumar.com

miércoles, 2 de marzo de 2016

Cambio de Actitud

¿Es suficiente un cambio de actitud para mejorar y alcanzar las metas?

No.

Visto así, esta entrada terminaría ahora.

Afortunadamente es un “No, pero…”

Primero me gustaría volver a hablar de Psicología Positiva, pero como ya lo he hecho varias veces, mejor cuelgo este vídeo de YouTube, que lo explica muy bien:





Vale, ya sabemos que es el optimismo inteligente. Ahora nos hace falta saber si un simple cambio de actitud hacia la vida nos hará ser felices y alcanzar todas nuestras metas.

Que no.

NO basta con un cambio de actitud. Es necesario un cambio interno, un cambio de hábitos y de pensamientos.

Y que ese cambio de actitud venga acompañado de un cambio de observador.

Es el momento de hablar del mapa mental, que es la forma de ver el mundo de cada uno. Lo que sucede es que el mapa no es el territorio (una vieja afirmación de la Programación Neurolingüística).

O como dijo Ramón de Campoamor:

“¡Maestro! Vuestra opinión  
 que es ilusión confesad,  
 y si no es una ilusión,  
 mi mente es la autoridad;  
 la dicha es mi corazón;  
 soy lo que «es»; y en conclusión,  
 mi verdad es la verdad,  
 mi razón es la razón.”

Que es el mismo que escribió eso de:

Y es que en el mundo traidor  
 nada hay verdad ni mentira:  
 «todo es según el color  
 del cristal con que se mira».

Para que se entienda mejor, lo explica Stephen Covey en su libro “Los Siete Hábitos de la Gente Efectiva”, de la siguiente forma (adaptada por mí):

“Imagina que estás por primera vez en Sevilla, y como eres muy independiente, en lugar de preguntar, te compras un mapa. Sucede que el editor del mapa se ha confundido, y en lugar del mapa de Sevilla ha impreso el mapa de Málaga con el nombre de Sevilla.”

Con ese mapa, que tú crees verdadero, porque así te lo han dicho, no encontrarás nada en Sevilla, simplemente porque es el mapa de otra ciudad.

Nos sucede en muchas ocasiones que hacemos coincidir el mapa mental de nuestras creencias con la realidad, y no son lo mismo.

Por eso a veces, aun cambiando la actitud, no encontramos el camino por que partimos de supuestos erróneos. Hace falta cambiar el punto de vista, convertirnos en otro observador distinto, tomando distancia de nuestros supuestos vitales.

En Sevilla podríamos preguntar, y lo mismo en nuestra vida.

Los Coaches somos buenos en eso, porque en lugar de mostraros el camino lo buscaremos con vosotros, vuestro camino.





martes, 9 de febrero de 2016

Conferencia sobre Violencia de Género en Adolescentes

CONFERENCIA SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO EN ADOLESCENTES.


El día 10 de febrero de 2016, a las 18:00 horas, impartí una conferencia sobre Violencia de Género en Adolescentes, en el Colegio Corazón de María, de Madrid.

Esta Conferencia estuvo promovida por el APA del colegio, un grupo de personas comprometidas no solo con la lucha contra la violencia de género, sino contra toda forma de violencia.

Podéis encontrar una guía del contenido de la conferencia aquí.